¿Debemos esterilizar a nuestras mascotas?
Hay muchas dudas acerca de esterilizar a nuestros perros o gatos. ¿Es lo mejor para él? ¿Le cambiará el humor? Lo primero de todo si estás pensando en esterilizar a tu mascota es acudir a tu clínica veterinaria y comentarle qué es lo que deseas para tu animal. En Clínica Veterinaria San Juan estaremos encantadas de ofrecerte nuestra ayuda y guiarte en este proceso para que puedas tomar una decisión sobre este aspecto. Este mes de noviembre además, tenemos en vigor la campaña de esterilización felina con un 20% de descuento.
El mayor problema (en líneas generales) de no esterilizar a gatos o a perros es la superpoblación. ¿Qué queremos decir con esto? Actualmente – y desgraciadamente- las perreras se encuentran hasta los topes de inquilinos. Ya no sólo los perros callejeros, que desgraciadamente viven en la calle, sino todas aquellas personas irresponsables que abandonan a sus animales, representan un problema social ante esta situación.
Si estás considerando esta opción, también tendrás que tener claro dos conceptos: Esterilizar no es lo mismo que castrar.
Con la esterilización lo que se hace es mantener los órganos sexuales de tu mascota intactos: ligadura de trompas en las hembras y vasectomía en los machos, manteniendo su conducta sexual normal.
Con la castración, en cambio, se extirpan mediante cirugía las glándulas sexuales de tu mascota: los ovarios en las hembras y los testículos en el caso de los machos, quitando por completo la actividad sexual de éstos.
Dicho esto, ¿cuál es la mejor? Es una pregunta, y por lo tanto, decisión complicada. Como hemos dicho líneas arriba, antes de tomar cualquier camino, consúltalo con tu veterinario.
La opción de la castración es mucho más invasiva y drástica que la esterilización, alguna de sus ventajas son, por ejemplo, el cambio de carácter en animales agresivos o con problemas de convivencia. La esterilización es menos invasiva y además, evita a la larga grandes enfermedades (sobretodo en las hembras) relacionadas con las mamas o el útero.
Con cualquiera de las dos, lo que se evita es la procreación del animal y por consiguiente, de camadas no deseadas, siempre dependiendo de tu situación y la de tu mascota – no lo olvides-. La recuperación de ambas cirugías tienen fácil y rápida curación (normalmente de 3 a 7 días), pero, como ya hemos dicho, es una medida que debes tomar desde la reflexión tuya y de tu perro o gato.
Algunas de las desventajas de este proceso suelen ser los cambios hormonales en el animal, lo que lleva a una mayor tendencia al sobrepeso puesto que el ritmo de su metabolismo disminuye, aumentando su apetito. Sin embargo, con una dieta supervisada no tiene por qué suponer ningún problema.
El consejo que te damos desde Clínica Veterinaria San Juan es que si necesitas ayuda sobre este aspecto, no dudes en llamarnos al número 965 940 664 o pasarte por la clínica a preguntarnos.
Si quieres una vida apacible y feliz con tu mascota, sé consecuente de su vida: si no puedes asumir la llegada de cachorros, la mejor opción es recurrir a este tipo de cirugía.